Ostoecondrosis
El mecanismo extensor de la rodilla está compuesto por el cuadriceps (vasto medio, vasto lateral, vasto intermedio y recto femoral), el tendón cuadricipital (la unión final de estos músculos) que se une al polo superior de la rótula y el tendón rotuliano, que va desde el polo inferior a la tuberosidad tibial anterior. Estas estructuras soportan cargas varias veces superior al peso corporal durante el deporte o los esfuerzos.
El tendón rotuliano o patelar es uno de los más potentes del cuerpo humano, tiene unos 4 ó 5 centímetros de largo, por algo menos de 3 de ancho y aproximadamente uno de grosor. Forma parte del mecanismo extensor de la rodilla, junto con el cuádriceps, el tendón cuadricipital, la rótula y el tendón rotuliano, que se inserta en la tuberosidad tibial anterior. Su función es la extensión de la rodilla. Es fundamental para mantenernos de pie, erguidos, saltar, correr o andar.
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En las roturas agudas los factores más comúnmente postulados son el sobrepeso y los deportes de salto, carrera, contacto, el levantamiento de peso, la musculación excesiva o el uso reiterado de esteroides anabolizantes, que debilitan el tendón, pudiendo favorecer esta lesión. Muchos de los deportistas que sufren esta grave lesión no tenían molestias en el tendón previamente, aunque ya hemos visto que esto no quiere decir que no pudiera existir una degeneración del tendón previa. El paciente refiere una impotencia brusca para la extensión de la pierna, con sensación de fallo al apoyarla o hacer fuerza. El paciente suele notar un dolor fuerte, agudo e invalidante. Se puede acompañar de un chasquido, como en la rotura del ligamento cruzado anterior u otras lesiones de rodilla, seguido de la impotencia funcional para caminar. |
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